Forum Libertas 15/04/2011 -
La Comisión Australiana de Derechos Humanos propone hasta 20 identidades sexuales: transgender, trans, transexual, intersex, androgynous, agender, cross dresser, drag king, drag queen, genderfluid, genderqueer, intergender, neutrois, pansexual, pan-gendered, third gender, third sex, y hay más…
La perspectiva de género es una ideología según la cual el ser humano no tiene predeterminación biológica como hombre o mujer. Esta nueva visión del mundo, alejada de las leyes naturales que marca la concepción primera de la sexualidad, que es la reproducción, se presenta como un nuevo paradigma. El género, como categoría social.
Sus partidarios lo consideran como una de las contribuciones teóricas más significativas del feminismo contemporáneo, aunque el papel de la mujer sea difícilmente definible en una concepción que como la del género considera que no existe una identidad natural propia de la mujer, como tampoco existe para el hombre, sino que parte del principio de multiplicidad de identidades, el género.
Según sostiene esta teoría las diferencias entre hombres y mujeres responden a una estructura cultural, social y psicológica y no a condiciones biológicas. En otras palabras, la sociedad inventa las diferencias entre los sexos, éstas no tienen un origen natural.
Además, niega que los seres humanos se distingan en dos sexos: masculino y femenino, y afirma que son más las combinaciones que resultan de las áreas fisiológicas del ‘sexo biológico’, es decir, de los órganos sexuales internos y externos. No existe el hombre o la mujer ‘natural’, ni hay conjuntos de características o de conductas propias de un sexo.
En definitiva, la ideología de género considera que la heterosexualidad y la procreación, constituyen no una característica central de la especie y la sociedad humana sino como otra construcción social biologizada.
Australia propone hasta 20 identidades sexuales
La ideología de género se ha convertido no en un sueño de la razón sino de la irracionalidad y ha creado monstruos. Un ejemplo de esos monstruos es la humanidad vista por la Comisión Australiana de Derechos Humanos que en su documento de trabajo enumera hasta 20 identidades de género diferentes.
En el documento de trabajo de la AHRC (por sus siglas en inglés), se enumeran las siguientes identidades de género: transgender, trans, transsexual e intersex. A las que le siguen: androgynous, agender, cross dresser, drag king, drag queen, genderfluid, genderqueer, intergender, neutrois, pansexual, pan-gendered, third gender, y third sex. Además, introducen las peculiaridades culturales de los pueblos originarios de Australia, y añaden identidades tales como sistergirl y brotherboy, que, al parecer, existen entre los aborígenes australianos y los nativos de las islas Torres Strait
Paralelamente, a los grupos homosexuales se los identifica como LGBT (lesbianas, gay, bisexuales, transexuales). A esa sigla se le han añadido, casi universalmente, la Q (queer) y la I (intersexos), lo que da como resultado: LGBTQI. A toda esta tipología de género habría que sumar las categorías de transexuales de los que están en espera de tratamiento; los que han tenido tratamiento hormonal; los que han tenido tratamiento hormonal y quirúrgico; y los que fueron tratados con hormonas y cirugía, pero no son felices y quieren revertir esos procedimientos.
El objetivo de la AHRC a través de esta propuesta es profundizar la imposición de la ideología de género en ese país para ampliar la legislación supuestamente anti discriminatoria.
Este razonamiento está centrado en la misma demencia de la identificación racial que asoló el siglo XVIII y XIX con el imperialismo colonial y las ideologías racistas del momento.
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domingo, 24 de abril de 2011
lunes, 11 de abril de 2011
Eduación sexual en la Familia, Autor: Benigno Blanco
Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia
Revista Fecapa Valencia, enero 2011 La sexualidad es una dimensión esencial de la personalidad humana. Los humanos no nos limitamos a tener sexo como los animales sino que la sexualidad nos constituye; solo se puede ser humano como hombre o como mujer, por tanto la feminidad o masculinidad nos constituye. Dada esta esencialidad de la sexualidad, la educación de nuestros hijos no sería completa si no se extiende a esta faceta de su personalidad. Los padres tenemos, por tanto, la obligación de hablar de sexualidad con nuestros hijos y desde muy pequeñitos porque hoy día la perversión sexual de los menores es algo que flota en el ambiente: ciertas modas, cierta educación sexual en la escuela, ciertas series de moda en la televisión, etc. Debemos ayudarles a dar sentido a todo aquello que les muestra el ambiente y que es precisamente lo que ese ambiente no les proporciona: el sentido de la sexualidad, la integración de la misma en una personalidad seria, equilibrada.
Hoy día la responsabilidad y obligación de educar a nuestros hijos en familia en materia de sexualidad se vuelve especialmente exigente por la fuerza social de la ideología de género, un inmenso error antropológico en materia de sexualidad que hoy está omnipresente en nuestra sociedad. La ideología de género es una visión de la persona que consiste en afirmar que en materia de sexualidad no hay nada que sea natural y que, por tanto, todo lo que tiene que ver con la sexualidad es una construcción cultural; subjetivamente, nos dice esta ideología, uno no es ni hombre ni mujer, es la orientación afectivo-sexual que autónomamente decida; el único criterio moral es la libertad, todo lo que hacemos es bueno y, por tanto, para la ideología de género las conductas homosexuales, heterosexuales, transexuales o bisexuales son igual de valiosas, porque son el fruto de la autonomía operativa de cada persona que es el único criterio en esta materia. Por ello, en esa perspectiva todo lo que restrinja la posibilidad de experimentar en materia de sexualidad es ilícito, y todo lo que ate en materia de sexualidad es nocivo; por eso la maternidad es nociva y el aborto un derecho.
Para hacer frente a esta eventual deformación axiológica de nuestros hijos, los padres debemos formarnos para educar en materia de sexualidad; hay que prepararse para hablar bien de sexualidad. Como padres, como madres, como abuelos, como profesores, tenemos obligación de saber hablar de sexo con nuestros hijos, con nuestros nietos, con nuestros amigos; del sentido humano de la sexualidad, de cómo se integra una sexualidad responsable en un proyecto personal serio y maduro, del valor de la vida y la maternidad. Y si no sabemos cómo hacerlo, hay que preguntar. Se puede acceder a una buena información en la materia a través de la web del Foro de la Familia www.adoctrinamientodegenero.org
Como en todos los campos educar en materia de sexualidad en familia es una suma de ejemplo y palabras, vida y conversación. Desde pequeñitos debemos enseñar a los chicos que el cuerpo es muy importante y digno de respeto y por eso lo cuidamos y lo tapamos; les enseñaremos el sentido del pudor dando ejemplo de pudor; y les explicaremos con naturalidad porqué hay niños y niñas para en su día ser papás y mamás; y según van preguntando les iremos dando explicaciones cada vez más completas sobre la sexualidad y la afectividad, sobre la complementariedad hombre-mujer y les enseñaremos a prepararse para el enamoramiento y para distinguirlo del amor, etc. Y cuando se acerquen la pubertad y adolescencia se les explicará con todo cariño –uno a uno; papá a los chicos y mamá a las chicas preferentemente- el sentido de los cambios que van a apreciar en su cuerpo y la maravilla que se abre para ellos con la maduración sexual… Y les hablaremos del valor de la castidad y de lo felices que serán si no frivolizan y banalizan su sexualidad y les animaremos a no tener miedo a quienes no les comprendan ni a los ambientes hostiles.
Nuestros hijos desde muy pequeñitos deben percibir con naturalidad que en materia de sexualidad quienes saben y tienen criterio, quienes mejor les pueden informar y formar son sus padres.
Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia
Revista Fecapa Valencia, enero 2011
Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia
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