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Latinoamérica se ha caracterizado por su conservadurismo en materia moral, sin embargo , desde los años 70 se ha presenciado un declive en este tema, afectando principalmente a las familias. Aspectos como la cohabitación, familias monoparentales, la postergación de la materninad y tener hijos fuera del matrimonio se han hecho muy comunes a lo largo del continente. Esta tendencia además de afectar moralmente a la sociedad, también afecta en el aspecto económico, pues la población económicamente activa pronto comenzará a decrecer como consecuencia de la disminución en las tasas de natalidad.
Actualmente, las familias se están limitando a tener como máximo dos hijos, cuando en los años 60 lo normal era tener aproximadamente 6 hijos por pareja. La reducción de la fecundidad ya esta comenzando a ser un problema en Chile, Brasil y Costa Rica, pues ya están por debajo del nivel des sustitución poblacional, con un promedio de 1. 9, 1.8 y 1.8 respectivamente. Este proceso se ha acelerado en los último años, lo que lleva a recapacitar sobre la sociedad en la que estamos.
Otro aspecto que preocupa es la cohabitación y el aumento de madres solteras. Ese problema se ha ido agudizando poco a poco en Lationoamérica, hasta el punto en que Colombia se encuentra en el primer puesto en cohabitación con un 35%, con un 85% de sus nacimientos ocurridos fuera del matrimonio, según el reporte Mapa Mundial de la Familia 2013. Asimismo, países como Perú muestran un índice de nupcialidad inferior a 3 por cada mil habitantes. África, continente afectado por la inmigración y los altos índices de mortalidad por el VIH SIDA y la malaria, ocupa el nivel más alto de niños educados en familias desintegradas, y a éste le sigue América Latina. Cabe resaltar, que los niños educados en familias disfuncionales son más propensos a tener problemas de aprendizaje y autoestima
Estos datos son alarmantes y deben hacernos pensar en como podemos aportar para afrontar este problema. La familia es la base de la sociedad, y sin un buen fundamento la sociedad no puede funcionar bien. Es necesario inculcar valores a todo lugar donde vayamos, para que América Latina, pueda ser un ejemplo para el mundo. Rescatemos los valores y rescatemos a las familias latinoamericanas.
Fuente: Aceprensa
